Proyecto de Niemeyer para Valparaíso: ¿OPORTUNIDAD O EQUIVOCACION?  

Posted by Javier Alvarado Navarro

Elogios y críticas destructivas han sustentado, hasta la fecha, gran parte de la polémica desatada por el ya emblemático “regalo” de Oscar Niemeyer para la ciudad de Valparaíso, y más emblemático aún, por la paradoja que enfrenta la propuesta que se sitúa en un espacio que privaba de libertad, invitando a la libertad de expresión.

El debate oscila entre la gran oportunidad que se presenta al poder contar con un proyecto realizado por uno de los grandes maestros, así lo respalda su reconocimiento a través del premio Pritzker, y el simple hecho de que este Nobel de arquitectura nunca haya visitado el lugar de su proyecto, más aún con una obra que escapa de las dimensiones del entorno, como una suerte de amenaza que podría demoler la arquitectura tradicional de la ciudad puerto.

La primera postura de contar con un proyecto realizado por uno de los grandes, se hace más interesante aún si consideramos que este maestro, quien logró que una de sus obras fuese declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, intervenga en una ciudad que posee el mismo galardón. Realidad que se transformaría no sólo en un doble paradigma y fuente de estudio tanto para estudiantes como profesionales, sino también, en una de las grandes ventanas de Chile al mundo, por ende, destino obligatorio para turistas. Por su parte, la plusvalía del entorno y el beneficio que significaría para la ciudad la presencia de un programa con talleres de producción y formación artística, un salón de convenciones, salas de exposiciones, una biblioteca y dormitorios para pasantías de artistas extranjeros, manteniendo la galería, las celdas, y el polvorín existente como huellas de anteriores funcionamientos, transforman esta propuesta en un verdadero elemento urbano en pro del desarrollo de un país.

Por otro lado, frente a la postura que sostiene una asintonía con el entorno, o bien, una nula relación con la preexistencia cultural, urbana y arquitectónica, Edgard Rojas, en representación de muchos arquitectos, señala que “La construcción de esta obra contribuye a la frivolización de la arquitectura en la que han caído muchos países desarrollados, cuyos gobernantes piensan que es un privilegio tener una obra de un arquitecto destacado del star system, las que, por lo general, son obras proyectadas a distancia y desarraigadas”. Sin embargo, cabe señalar como ejemplo el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), proyectado por el arquitecto norteamericano Richard Meier en pleno Barrio El Raval, nacido de la ampliación de las murallas medievales de la ciudad. Interesante arquitectura moderna emplazada en pleno casco antiguo. Como buen acreedor del Pritzker también, este profesional logró un interesante resultado que acarrea grandes beneficios y un importante aporte arquitectónico, del cual, Barcelona no se arrepiente.

El debate que aprueba o rechaza el proyecto para la ex cárcel de Valparaíso podría extenderse eternamente sin acuerdo alguno, debido a que ambas posturas son igualmente válidas. Por un lado, una ley no estipulada, que se manifiesta para muchos, como una cláusula inamovible sobre la obligación de la arquitectura que las obras sean a imagen y semejanza del lugar en que se emplaza y la opción de que esta misma rompa con su entorno generando nuevas relaciones e interesantes aportes en pro de la ciudad. ¿Acaso un tercer Pritzker, el arquitecto estadounidense de origen chino Leoh Ming Pei, erró al intervenir con una forma invasiva y materiales disímiles en una de las edificaciones más emblemáticas de París, como lo es el Louvre? Seguramente para él es una ley inamovible que la arquitectura ponga en jaque el contexto y el escenario en el que se emplaza, generando un diálogo entre distintas tipologías arquitectónicas.

This entry was posted on lunes, 28 de julio de 2008 at 7/28/2008 05:24:00 p. m. . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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